En primera fila Chetumaleño, ¡hasta arriba! Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*

Convertido en una verdadera crisis que se ahonda año con año, el Sistema Penitenciario de México cuenta desde ahora con nuevo oxígeno, tras la incorporación de un nuevo subdirector que, con el equivalente de mero-mero, es de origen orgullosamente quintanarroense, chetumaleño más concretamente, lo que seguramente merecerá un sonoro aplauso, más por parte de quienes lo consideraban un eventual contrincante.

En efecto, se trata de  Juan Ignacio Hernández Mora, a quien no pocos daban como seguro relevo del innombrable Carlos Bibiano Villa Castillo en la Secretaría de Seguridad Pública de Quintana Roo, tras la reciente “renuncia” de este último, coincidente con la del primero -pero sin comillas- como director general de Vinculación y Seguimiento del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Subprocurador general de Justicia del Estado hasta mayo del 2013, cuando lo invitaron a colaborar con la Federación, el funcionario era uno de los más indicados para la estratégica dependencia responsable de velar por la seguridad y patrimonio de los quintanarroenses, al grado tal que, incluso, no pocos apostaron a que retornaría a relevar a Gaspar Armando García Torres como Procurador.

Ex secretariado ejecutivo de Seguridad Pública durante el gris sexenio de Félix González, comenzó a destacar en el ámbito nacional tras su ponencia “Quintana Roo, ventajas e inconvenientes de la Plataforma México”, cuyas redes de telecomunicaciones y bases de datos referidos a seguridad pública, destacó, están desarticulados entre sí, en prácticamente todos sus niveles, desde los tecnológicos hasta los normativos.

Agregó que esta situación impedía contar con una base nacional de datos capaz de conectar a los involucrados en el combate y prevención de la delincuencia, ya que no permitía interoperabilidad con ninguno de los sistemas de comunicación conocidos, por lo que la función de investigación policial era aislada o particular, lo que significaba que los municipios conurbados de una ciudad o Estados colindantes no tenían manera de intercambiar información.

Más cercano a sus objetivos, en octubre del 2013 participó en la Conferencia Regional del Sistema Penitenciario que, realizado en Coahuila, tuvo por objeto un intercambio de experiencias sobre la problemática en las penitenciarías y proponer soluciones. Cada ponente explicó detalladamente los problemas y aciertos en los sistemas penitenciarios de su Estado

Lo cierto es que si existe un espacio de opacidad y fractura del Estado de Derecho, éste es en nuestro sistema penitenciario, ya que, de acuerdo con expertos, todas las cárceles representan la crisis del sistema de justicia en México, donde se reproduce una enorme cadena de corrupción e impunidad, desde la procuración hasta la impartición de justicia.

En prácticamente todas las prisiones del país existe una sistemática violación de los derechos humanos, y de ahí la trascendencia de la labor de Hernández Mora en la revisión inmediata de lo que se ha hecho o falte por hacer en el Sistema Penitenciario, dependiente de la Comisión Nacional de Seguridad.

México cuenta con 418 centros penitenciarios, 306 de ellos con operación y responsabilidad estatal; 90 adscritos a la autoridad municipal; 12 a la Federación y uno al Distrito Federal, en los que, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos existe severa crisis de incumplimiento de los derechos humanos de presos.

De acuerdo con los últimos datos, existen 240 mil reclusos, 44% de los cuales, es decir, unos 105 mil  600, sólo esperan sentencia condenatoria o absolutoria, lo que demuestra el carácter caduco y contrario al espíritu de la Constitución que, dicho sea de paso, no ha sido sujeta a revisión en ese renglón, pese a que muestra un quiebre orgánico, pues la actuación de los órdenes del gobierno resulta contraria a lo dispuesto a la Carta Magna.

En el modelo vigente se sigue asumiendo que las personas privadas de su libertad por orden judicial “quedan a disposición de la autoridad”, cuando que el Artículo 21 constitucional establece que “quedan bajo su responsabilidad”, lo que implica su salvaguarda, trato digno y respeto integral de sus derechos humanos como obligación ineludible para la autoridad administrativa.

Asimismo, Derechos Humanos diagnostica la urgencia de profunda reforma al sistema penitenciario, como parte de la estrategia nacional de prevención del delito, pues, al abandonarse la prioridad de la reintegración social, se omite la posibilidad de que los presos se reincorporen a una vida apegada a la legalidad, o bien que los exonerados no sean estigmatizados por haber sido detenidas sin cometer un delito.

Conforme a su diagnóstico, existe una larga lista de problemas no atendidas por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, que se pueden resumir en que las prisiones con frecuencia propician abusos de poder, dadas las características de encierro y vulnerabilidad de los internos.

Entre otros, aumento del autogobierno o cogobierno; hacinamiento y sobrepoblación; no están adecuadamente separadas las áreas de hombres y mujeres; atención médica insuficiente, sin equipamiento o instrumental médico adecuado; falta de mecanismos para prevenir violencia y de áreas de atención de quejas por violaciones a derechos humanos.

Por si fuera poco, los teléfonos públicos tienen deshabilitados los números gratuitos con Lada 01-800, lo que viola el derecho a la comunicación y debida defensa, así como a la protección de derechos humanos, en tanto que las condiciones de higiene, calidad de alimentos y acceso a la educación son deplorables en la mayoría de los centros.

Así las cosas, la nueva tarea de nuestro paisano no será nada fácil, aunque también podríamos aprovechar para exigirle a la Federación una mayor atención, ya que, hoy por hoy, el inmueble de la avenida Alvaro Obregón no sólo está inundada de vicios y mala administración, sino que se ha convertido en una verdadera sangría para los alicaídos recursos públicos.

El ascenso de Hernández Mora es un éxito para él y Quintana Roo, en una muestra de que existen chetumaleños exitosos. ¡Enhorabuena!

(Permitida la copia, publicación o reproducción total o parcial de la columna con la cita del nombre de su autor)

*Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 36 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

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