Fiel a su estilo más retrogrado, Raymundo King, presidente del comité estatal del PRI, impuso en la Isla de Cozumel como presidente del comité municipal de ese partido a Carlos Hernández Blanco.

 

Carlos Hernández, uno de los peores alcaldes de la ínsula quien tiene más de quince años de no vivir en Cozumel fue ungido como su dirigente y en un sentido de burla declaro a los medios “ no me impusieron que quede claro, me invitaron”.

 

A pesar de las protestas de militantes distinguidos de este instituto político y de que dos miembros del partido Salvador Rocha Vargas y Mariano Dzay Aguilar habían levantado la mano desde hace casi año y medio y de que ambos políticos estuvieron haciendo trabajo directo con las bases buscando la simpatía de sus correligionarios, a la dirigencia estatal le valió sorbete y se trajo de Cancún al gris y polémico ex funcionario público quien señalan, fue enviado por Pedro Joaquín Coldwell para prepararle el camino a su vástago en la búsqueda de la candidatura a la presidencia municipal de Cozumel.

 

Se esperaban manifestaciones ruidosas en contra de esta lamentable imposición pero al parecer, como sucede siempre en las filas del priismo, los mariachis callaron, o sea, los alinearon.

 

No cabe duda que los del tricolor no aprenden la lección y siguen en sus viejas prácticas anti democráticas, aunque hay quienes también afirman que esto fue orquestado para que este partido no pueda agarrar aire y sigan en la lona que es donde fueron colocados en el pasado proceso electoral.

 

Lo destacable de este desaguisado es la “ disciplina” e “institucionalidad” que los hicieron demostrar hoy a los que estuvieron pregonando el cambio y ohhh sorpresa, se llevaron un chasco.