A través de diversos medios de comunicación, pero sobre todo en las redes sociales ha corrido como reguero de pólvora la detención del doctor Mireles en Michoacán.
Lo poco o mucho que se de este personaje es que ante la situación insostenible en ese estado en donde la delincuencia sentó sus reales y todavía sigue mandando, inicio la organización de la ciudadanía en los llamados grupos de autodefensa para enfrentar las atrocidades a que era sometida toda la población en estos pueblos sin ley.
Ante la eficacia del trabajo comunitario y el crecimiento de esos grupos, el gobierno federal raudo y veloz implemento un programa de ” reconocimiento” de un estado dentro de otro estado, es decir, a pesar de que por mandato constitucional corresponde al estado el ejercicio de la seguridad y el monopolio de la ley y la justicia no le quedo de otra que aceptar su incapacidad para combatir a la delincuencia que ha infiltrado a todas las esferas gubernamentales.
En consecuencia, inicio un registro de armas y de personas para ser reconocidas como policías rurales o no recuerdo la categoría que les dieron a los ciudadanos que ahora se convertirían o ya se convirtieron en policías oficialmente.
al doctor Mireles se la ha tratado de vincular con la delincuencia organizada para desvirtuar su labor ciudadana y asi menguar su creciente popularidad y que se convierta en ejemplo y héroe nacional al tener los tamaños que tiene y hacer lo que hace en su tierra.
Hoy nos preocupa saber que lo han detenido junto con un grupo bastante nutrido de michoacanos y lo van a sujetar a proceso, mientras los delincuentes siguen haciendo de las suyas.
Quizas esta sea una advertencia del gobierno federal para quienes hemos decidido no quedarnos callados ante los atropellos y violaciones de los derechos humanos por parte de la autoridad para que lo pensemos mejor.
Lamentamos profundamente esta detención y exigimos la intervención de la comisión nacional de los derechos humanos así como la intervención de la comisión interamericana de los derechos humanos para que no se castigue como siempre a los inocentes y se siga protegiendo a los culpables.