CARLOS JOAQUIN HACIA EL PRIMER AÑO Por Eduardo Camacho Rivera

COLUMNA TRASFONDOS

Por Eduardo Camacho Rivera

CARLOS JOAQUÍN, HACÍA EL PRIMER AÑO

A casi un año de haber asumido la gubernatura de Quintana Roo, muchas serán las decisiones que habrá de tomar Carlos Joaquín González para replantear el rumbo de una administración que no ha logrado colocarse, con firmeza, a la altura de las expectativas de los quintanarroenses, a causa en muy buena medida de los despropósitos y el mal desempeño de varios de sus colaboradores. El problema no ha sido precisamente el gobernador, quien con frecuencia ha tenido que operar y resarcir personalmente el manejo de los diversos yerros cometidos por su gabinete.

Si habría que hacer una rápida evaluación de la gestión de Carlos Joaquín, bien podríamos señalar que su administración ha logrado cambiar y superar muchos de los graves problemas y vicios heredados de la infame era de Roberto Borge y su séquito de saqueadores.

Pero es indiscutible que también hay escepticismo ciudadano, más en el complicado sur de la entidad cuya población repudió con todo no sólo a Roberto Borge Angulo sino al candidato del PRI, Mauricio Góngora, para darle un contundente triunfo a un Carlos Joaquín que, por lo pronto, deberá hacer serios y profundos ajustes en su gabinete.

Decíamos que el problema no es el gobernador Carlos Joaquín González, sino varios de sus cercanos colaboradores sobre los que han recaído numerosas acusaciones por sus presuntas corruptelas, negligencias, incompetencia, deslealtades, irregularidades y juego sucio contra los propios compañeros del gabinete, ante las ansias por los tiempos electorales.

Los despidos y el maltrato a muchos empleados de la administración estatal, han generado un mayor desencanto y desaprobación, porque se ha hostigado y dejado sin empleo a muchos mandos medios e inferiores que dependían de sus empleos, cuando el saqueo fue realizado por el selecto grupo felixista-borgista, cuyos miembros tuvieron todo el tiempo del mundo para huir y seguir disfrutando de la dolce vita.

Es cierto que Roberto Borge ya fue detenido, al igual que algunos de sus colaboradores, pero los operadores y “cerebros” del saqueo siguen felizmente libres, mientras que las presiones en contra de muchos trabajadores del gobierno estatal continúan, cuando el problema es en realidad con los mandos superiores que se confabularon para entregarle a Borge puntualmente los recursos y, de paso, repartirse entre ellos las muy buenas tajadas que se les adjudican.

 

Se entiende que los relevos de personal son normales en cualquier transición gubernamental, pero aquí parece instrumentarse una especie de venganza contra los trabajadores de los más bajos niveles de la burocracia estatal, y debe entenderse –insistimos- que fueron los secretarios, subsecretarios y directores –no todos, desde luego- quienes se coludieron para robar miles de millones de pesos, en muy distintas formas y procedimientos.

Pero al final de este primer año de la gestión estatal, la imagen de Carlos Joaquín puede considerarse buena. La percepción ciudadana del gobernador es razonablemente aceptable. Ha logrado conectar con la ciudadanía, dialogar con los diversos sectores sociales, y ofrecer soluciones a una buena parte de los muchos planteamientos y demandas que se le han expuesto.

Carlos Joaquín es un excelente producto político, y lo demostró en las urnas catapultado, por supuesto, por el gran rechazo ciudadano a Borge y al candidato priista. Pero varios de sus secretarios le han dificultado en serio las cosas.

No deja de llamar la atención la vulnerabilidad política a la que se ha visto expuesto constantemente el gobernador, a causa de la insuficiente labor del secretario de Gobierno, Francisco López Mena, y del cuestionable desempeño del titular de la Oficina del Gobernador, Miguel Ramón Martín Azueta.

El oficial mayor, Manuel Alamilla Ceballos ha estado también en la mira pública, por asuntos como la millonaria y cuestionada licitación de los uniformes escolares a una empresa poblana, al igual que el secretario de Planeación y Finanzas, Juan Vergara Fernández, quien también ha dado de qué hablar.

Todos ellos tienes aspiraciones políticas inmediatas, a alguna presidencia municipal, diputación local o federal, y se habla de enfrentamientos y de un fuego cruzado que ha lesionado la imagen y marcha del gobierno encabezado por Carlos Joaquín.

Pero es sin duda la secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra), encabezada por Jorge Portilla Manica, una de las más desprestigiadas y señaladas por actos de corrupción. Se dice por eso que Jorge Portilla Manica será uno de los primeros relevos en el gabinete, aunque no es tampoco un secreto que buscará de nueva cuenta la presidencia municipal de Tulum, y por esa vía se podría producir su separación de la Sintra.

Las secretarías de Educación, Marisol Alamilla Betancourt, y del Trabajo y Previsión Social, Catalina Portillo Navarro, han registrado por igual un negativo saldo. Son más los problemas y desaguisados que le han acarreado al gobernador, que soluciones y avances en esas muy importantes áreas.

 

Ambas no funcionan ni resuelven como debe ser, y se han distinguido por las declaraciones imprudentes y absurdas que han emitido, por lo que se considera que su relevo podría también concretarse tras el primer informe del gobernador Carlos Joaquín González, el próximo 9 de septiembre.

Se esperaba en realidad que el jefe del Ejecutivo estatal hiciera sus primeros y necesarios ajustes en el gabinete al cumplirse los 100 días de su gestión, pero optó por darle continuidad a todo su gabinete, tras lo que ahora se da por un hecho el relevo de varias y varios de sus colaboradores.

Algunos tendrán incluso la oportunidad de salir por la puerta grande, argumentando que buscarán algún cargo de elección popular de los que se disputarán en las elecciones del próximo año.

Gracias por el favor de su atención. Comentarios, sugerencias y aclaraciones, en el correo electrónico e_du_cam@hotmail.com

Twitter: @marioedua y en Facebook: Eduardo Camacho Rivera

 

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *